Gn 36.8-14 - "Edificando para ser destruidos" - Serie Génesis No. 81

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INTRODUCCIÓN

¿Cómo es el primero? ¿Cómo es resaltar o destacar como el primero en algo?
¿Cómo sería destacar en ser el primero en lo malo? ¿Y si serías el primero de una generación que no conoce a Dios cuando vienes de padres que Sí lo conocían?
¿Por qué tantos hijos de familias cristianas terminan lejos del camino del Señor?
¿Y que hay de sus hijos? ¿De cómo pasan las generaciones cristianas o en qué punto pasan de conocer al Señor a generaciones que no conocen al Señor?
Qué difícil, triste y doloroso sería ser el primero de esta generación que después de padres, abuelos cristianos, inicias una generación que no conocerá a Dios.
Esto pasó con un hombre llamado Esaú.
Esaú al igual que muchos hombres y mujeres hoy, creen que pueden levantarse, edificar, construir sus familias y generaciones sin necesidad de una vida espiritual, sin necesidad de reconocer al Señor o humillarse ante ÉL. Muchos hombres se creen suficientes para edificar sus vidas y sus descendencias lejos de Jehová, ¿pero qué será de ellos? ¿Como terminarán?
Veamos en esta porción de la Escritura como pasó con Esaú y su descendencia a causa de alejarse de los caminos del Señor. El título del mensaje de hoy es “Edificando para ser destruidos” y está basado en Gn 36.8-14. Y que sea el Espíritu Santo obrando en su Palabra para que transforme nuestras vidas.

EXÉGESIS 36.8-14

Resumen:
Abraham recibió la promesa de Dios que bendeciría su vida y a su descendencia. Abraham creyó en el Señor y fue justificado por la fe. Las promesas de Dios incluían una tierra para el pueblo pero sobre todo apuntaban a un descendiente que bendeciría a todas las familias de la tierra, el mesías prometido en Gn 3.15, el Salvador Jesucristo.
Abraham, pasó la promesa a Isaac, Isaac quería pasar esta promesa a su hijo Esaú, pero Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas, menospreciando las bendiciones de Dios. La promesa entonces pasó a Jacob el hijo menor de Isaac.
Seguimos en el relato de los descendientes de Esaú, el que menospreció las primogenitura:
Génesis 36:8 RVR60
8 Y Esaú habitó en el monte de Seir; Esaú es Edom.
Referencia histórica sobre Esaú. Habitó en el Monte de Seir. Pero la referencia histórica va más allá:
Esaú es Edom” - Esaú es el padre de una nación que no conocerá a Dios. Esaú tenía un padre y un abuelo temerosos de Dios, quienes guardaron el pacto, las promesas de Dios que se direccionaban hacia el Salvador Jesucristo. Esaú viene de esa casa pero la casa que se formará de él no será así:
Esaú es Edom y los edomitas son un pueblo no piadoso que vendrá de este hombre.
La Biblia va a presentar ahora al pueblo que vendrá de Esaú:
Génesis 36:9 RVR60
9 Estos son los linajes de Esaú, padre de Edom, en el monte de Seir.
Contexto:
Moisés estaba escribiendo al pueblo en el desierto. Estaban en situación de dificultades y duras luchas en el desierto, pero eran el pueblo del pacto, el pueblo escogio por DIos para propósitos especiales, pero hay un linaje, un punto, donde nació otro pueblo, de la misma casa, que se apartó para siempre del Salvador.
Estos son los linajes de Esaú..” - En otras palabras, estos son los hijos de Esaú quienes no conocerán a Dios como Soberano y Señor.
..padre de Edom..” - Como la Escritura menciona, este es el primer hombre que dio origen a todo un pueblo, los “edomitas”.
Para el pueblo del desierto Israel, sí es importante conocer el origen del pueblo de Edom, porque van a vivir de cerca muchas veces con ellos. La Escritura hace al menos referencia directa de ellos 138 veces. No son pocas las referencias a este pueblo.
Esto es lo que dice la Escritura en una de ellas. El padre de Edom lleva a esto a su pueblo:
Jeremías 49:7 RVR60
7 Acerca de Edom. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Se ha acabado el consejo en los sabios? ¿Se corrompió su sabiduría?
Entonces Esaú, es el padre de una casa donde no hay sabiduría y es padre de una casa donde no hay consejo de sabios, es cabeza de una casa apartada de toda acción que genera la misericordia de Dios.
A veces no nos ponemos a pensar en esto, nos gusta vivir o disfrutar el presente, sin darnos cuenta que nuestras acciones, pensamienots, obras, decisiones que tomamos todo el tiempo, siempre tendrán un impacto en el futuro.
Muchas veces por pensar en el presente y tan solo nuestro placer en el presente, descuidamos lo que será el futuro y a veces tristemente incluímos a nuestros hijos en esa tragedia. ¿Qué se dirán de nuestras generaciones? Tal vez podemos decir que es responsabilidad de ellos. Pero qué triste sería estar en los registros de los libros de Dios, como el primero de una generación que no conoció a Dios, que se corrompió, que está lejos de la sabiduría de Dios, que en su casa no hay sabiduría.
Así que el pueblo de Edom que nace de Esaú y sus generaciones son detalladas en Gn 36, pero las malas decisiones de los padres nunca quedan solo en los padres, sino que se pasan a los hijos:
Génesis 36:10–11 RVR60
10 Estos son los nombres de los hijos de Esaú: Elifaz, hijo de Ada mujer de Esaú; Reuel, hijo de Basemat mujer de Esaú. 11 Y los hijos de Elifaz fueron Temán, Omar, Zefo, Gatam y Cenaz.
Esaú tiene hijos, su primogénito Elifaz hijo de Ada y luego Reuel, hijo de Basemat la otra esposa de Esaú.
La Escritura está presentando los primeros de estas nuevas generaciones que nacerán bajo un gobierno distinto en la casa, que no es el teocrático, es decir, no es una casa gobernada por el Señor:
..Elifaz..” - Algunos estudiosos creen que este hombre es el “Elifaz” que aparece en la narrativa de Job. Ciertamente hay muchas cosas que apuntan a esto. Hemos estudiado Job los miércoles hace un tiempo atrás.
Según este versículo, Elifaz tiene un hijo llamado Temán. En Job, este hombre aparece después de la desgracia de Job:
Job 2:11 RVR60
11 Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle.
Si recordamos en Gn 36.11, Temán es un hijo de Efeliz y entonces parece que Temán es bastante reconocido y a las personas de ese lugar se las asocia con él, aún a Elifaz su padre. Así que en Job tenemos a “Elifaz temanita”. Este es “amigo” de Job y se acerca para consolarle cuando Job lo había perdido todo.
El problema de Elifaz temanita, de la casa de Esaú, es que tenía una doctrina de Dios totalmente corrompida, creía que las aflicciones de Job eran por sus pecados. Consideraba la relación de Dios con el hombre por medio de la “doctrina de la retribución”.
Dios finalmente le dice a Elifaz que está AIRADO contra él y sus otros dos amigos porque hablan lo incorrecto de Dios, en otras palabras, porque tienen un pensamiento, una teología, una doctrina totalmente errónea de Dios. Estos hombres eran religiosos pero estaban lejos de conocer a Dios de verdad.
Ahora podemos entender mejor a Elifaz, amigo de Job, y de dónde viene, viene de la casa de Esaú, donde es posible ser religioso sin conocer a Dios. Que estas generaciones estén apartadas del Creador no quiere decir que no son religiosos, quiere decir que hacen a Dios a sus propios pensamientos y no a Su Revelación.
En la casa de Esaú no hay una doctrina correcta, pensamiento correcto, y a partir de él, todos sus hijos como Elifaz viven de esa manera y esa doctrina es transmitida de generación en generación.
No se trata de estar solo en la iglesia los domingos, o los miércoles y sábados. No se trata de dar una ofrenda alguna vez. Se requiere tener comunión con el Señor, comunión VERDADERA con Su Palabra, de tal forma que en ti haya doctrina, pensamiento correcto de Dios. Sino caeremos en el error de Esaú y en los resultados de Elifaz. ¡Cuántos cristianos viven en la doctrina incorrecta de la prosperidad, de matrimonios en yugo desigual, en la autojusticia, en la falta de santidad para obrar en cualquier lugar, en el trabajo mismo, en la deslealtad, pensando que somos cristianos porque asistimos a la iglesia, cuando realmente necesitamos no tener pensamientos incorrectos como Elifaz, sino pensamientos de la Biblia, verdaderos pensamientos de la Escritura, que nos revelen a Dios y a Su Mesías y que guíen nuestros pasos, nuestras familias, a nuestros hijos y nietos.
¿Cuántos creyentes llenan coliseos, estadios para ver a ciertos predicadores famosos, tal vez cantantes, que ponen sus ideas, pensamientos de prosperidad, doctrina de la retribución como Elifaz: “si haces esto, Dios hará esto contigo”, y dejan que doctrina apartada de Dios entre a sus vidas y a sus hijos cuando tienen sus Biblias en sus casas, la Palabra de Dios, pura en sus casas, pero no la leen? ¿Estás leyendo tu Biblia? Si no estás haciendo esto, potencialmente en ti se va a formar doctrina de Dios no en base a la Palabra de Dios y vas a caer en el error de Elifaz, hijo de Esaú.
Pero los errores de doctrina de las casas, y sobre todo de una apartada como la de Esaú o Edom, concluyen en más desastres:
Génesis 36:12 RVR60
12 Y Timna fue concubina de Elifaz hijo de Esaú, y ella le dio a luz a Amalec; estos son los hijos de Ada, mujer de Esaú.
..Y Timna fue concubina de Elifaz hijo de Esaú..” - Esaú era un hombre entregado a sus pasiones carnales, que no honraba el matrimonio como sus padres Isaac y Rebeca, y entonces, los hijos de Esaú tampoco lo hacen.
"..concubina..” - La definición de un léxito hebreo para la palabra “pilegesh” (concubina) es: “una mujer en una relación formal con un hombre, con menos derechos que una esposa; a veces asociado con estatus y para ofrecer placer sexual”.
Nuevamente, se ve la decadencia moral y espiritual del hombre, y en la familia de Esaú no se considera el matrimonio instituido por el Señor.
Esaú no puede decir que no conocía de esto. Lo vio en sus padres. Y las consecuencias de malas decisiones se verán en el hijo que nace quien es un hombre llamado “Amalec”.
“Amalec” y sus descendientes es uno de los hijos en los cuáles se va a manifestar de manera más grande el pecado heredado.
Amalec da origen al pueblo de los Amalecitas, que en las Escrituras son notables para el mal.
El pueblo que vendrá de este hombre por lo general, siempre está en oposición al pueblo de Israel, pero esa oposición incluye guerra, sangre y constantes luchas.
Como ejemplo de muchas escenas de ellos en las Escrituras se tiene Éxodo 17.8-16:
Éxodo 17:8–11 RVR60
8 Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim.9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.10 E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado.11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.
En esta escena el pueblo que viene de este hombre “Amalec” hijo de Esaú, ha crecido, se ha hecho grande, pero se ha fundado en las mismas bases que Esaú, creen que pueden crecer, desarrollar, lejos del Dios Vivo y Verdadero. De tal forma que están luchando contra el pueblo de Jacob, es decir Israel.
Cuando Moisés Alza la mano, con la vara de Dios, Israel gana y cuando la baja, Amalec gana. Los de Amalec deben estar contentos cuando parecen estar ganando, pero ¿se dan cuenta del fondo del problema en esto? La victoria de Amalec no viene por las fuerzas de Amalec, y por cierto tampoco por las de Israel, sino que aunque este pueblo cree luchar contra el pueblo de Israel, realmente Dios tiene todo controlado. Depende todo tan solo de la vara de Dios, una representación en realidad del Poder de Dios mismo.
La doctrina de Amalec era una vida sin Dios y esto repercutía en sus acciones, aún en su forma de librar las batallas.
Contínua el relato entre el pueblo de Amalec e Israel:
Éxodo 17:12–16 RVR60
12 Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. 14 Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. 15 Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi; 16 y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación.
..Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada..” - ¿Crees que Esaú muchos pero muchos años antes, estaba pensando en lo mal que le iría a su pueblo? Sin duda alguna NO. Él estaba pensando que construía su casa, su pueblo, su descendencia fuerte y como él mismo era, para conquistar muchos lugares. Construía sin el Señor, edificaba sin el Señor, y su familia y sus descendientes no terminan en cosas buenas.
“..Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación”. - La mano de Amalec viene de la mano de la casa de Esaú. Malas generaciones, apartadas de Dios, creyendo que edifican cosas grandes o buenas, pero condenados a situaciones de derrota y muerte.
Acabamos de conocer a otro hijo más de Esaú, realmente era su nieto, pero es hijo de su hijo. Son generaciones apartadas de Dios.
Hasta ahora hemos visto a la casa de Esaú, donde hay menosprecio al pacto de Dios, esto en Esaú, también hay religión pero no se conoce a Dios como en el caso de Elifaz, y también hemos visto a Amalec, quien había levantado su mano contra el “trono de Jehová”. Todo esto a partir de un primer hombre o padre llamado Esaú.
Pero así como hay hombres que dejaron su huella en lo malo o en lo lejano, hay otra lista igual de oscura:
Génesis 36:13–14 RVR60
13 Los hijos de Reuel fueron Nahat, Zera, Sama y Miza; estos son los hijos de Basemat mujer de Esaú. 14 Estos fueron los hijos de Aholibama mujer de Esaú, hija de Aná, que fue hijo de Zibeón: ella dio a luz a Jeús, Jaalam y Coré, hijos de Esaú.
Estos dos versículos muestran otra lista. Los hijos de los hijos de Esaú con sus distintas esposas.
Moisés en el desierto, estaría diciendo al pueblo, que hay listas de hombres que sí son recordados como los hijos de Esaú, recordados por lo malo, pero que ellos que están en el desierto pertenecían a la lista de la casa de Dios.
En cambio, lo triste de los nombres de estos dos versículos es que no se dice más de ellos.
No hay registros arqueológicos de estos a quienes se menciona y sus pueblos. Sí se ha encontrado registros arqueológicos de grupos nómadas o seminómadas, que recorren lugar por lugar, como eran los amalecitas en ese periodo. Pero estos hombres, y sus familias, no trascendieron, vivieron bastante tiempo, pero probablemente fueron vidas sin trascendencia.
Seguramente contruyeron, edificaron, vivieron a su manera, probablemente de la casa de Esaú, con su mismo pensamiento, lejos de Dios, y entonces, tal vez sus nombres no estarán en los libros de la vida, sino únicamente como generaciones que pasaron sus años sin Dios.
¿Te gustaría estar en una lista similar, sin trascendencia? Y cuando hablamos de trascendencia, no hablamos de cosas que asombran al mundo, sino hablamos de vidas para la eternidad.

MEDITEMOS EN LA PALABRA

¿Qué sientes al leer estos nombres? ¿Tan solo son nombres? Son nombres que probablemente, todos o la mayoría, no estarán un día en la presencia de Dios. Son nombres que a causa de la cabeza del hogar, se alejaron uno y otro del Creador.
¡Qué responsabilidad tan grande es ser cabeza del hogar! No lo decimos a veces tan solo por molestar a los padres, o por tratarles de arruinar la fiesta, la vida desordenada, la falta de compromiso en la iglesia, la ausencia de un ministerio familiar como padres y esposos, lo decimos porque la Biblia muestra cómo un hombre Esaú, quien había nacido en casa del pacto, termina él y sus hijos tan lejos de Dios.
Esta vez las aplicaciones, los principios biblicos, vamos a obtenerlos de un SALMO muy precioso. El Salmo 127.
Salmo 127:1 RVR60
1 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.
Este Salmo 127, se cree que pertenece a Salomón. En todo caso, parece ser el Salmo escrito por un REY que quiere establecer su dinastía. Quiere establecer su descendencia, su reino, y considera al pueblo como sus hijos. Pero noten el contraste de estos dos hombres: El rey y Esaú.
Esaú quería establecer también su casa, quería edificarla, y la hace. Lo hace lejos del Creador y sus hijos terminan apartados religiosamente, otros levantan la mano contra Jehová y otros simplemente tienen vidas que carecen de sentido.
“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican..” - ¿Vale la pena lo que estás constryendo? ¿Está el Señor en tu casa? ¿Tu matrimonio, casa, hijos y familia, tus generaciones y descendencia están siendo sustentadas por Cristo? Porque sino es en vano. Esaú edificó en vano, y su descendencia era como aquella “guardia” que vela sin el Señor.
Edifica con el Señor, busca Su Palabra, ama Su Palabra, estudia Su Palabra, enseña a tus hijos Su Palabra, vive Su Palabra, busca al Salvador en Su Palabra, edifica en el Señor.
Salmo 127:2 RVR60
2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.
Todos nosotros buscamos días mejores, ¿Verdad? Esaú también lo hacía. Pero será en vano que al hacerlo te levantes de madrugada, es decir, que hagas todo el esfuerzo posible en tu sabiduría porque no encontrarás la guía del Señor para hacerlo.
¿Qué sucederá con nuestros descendientes? No podemos controlar mucho a nuestros descendientes, pero de forma directa sí podemos impactar la vida de nuestros hijos y nietos con nuestra fe. Probablemente no alcanceremos más allá, pero sí podemos asegurarnos que nuestros hijos conozcan la fe verdadera, que no viene de la sabiduría del mundo, sino únicamente de la Palabra del Señor.
Esaú es la llamada de atención, una de las llamadas de atención más grandes de la Escritura. Fue el primero en comenzar su generación apartada del Señor. ¿Qué decisión quieres tomar en tu vida el día de hoy?
Salmo 127:3–5 RVR60
3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Todo esfuerzo que hace Esaú, edificar sin el Señor es para ser destruido. Cuando la Escritura dice “Herencia de Jehová son los hijos”, en el contexto del Rey de Salmos 127, los hijos son el pueblo, las generaciones que se levantan en su reino y son la provisión de Dios.
Esaú lleva a la “estima del fruto del vientre” a caminos lejos del Señor y ten por seguro que tú y yo también los llevamos a algún lugar. No sé si cerca del Señor o lejos de Él, solamente hay dos opciones, pero sí no has estado trabajando en ellos de forma directa en sus vidas con la Palabra del Señor, entonces posiblemente estás en la ruta de Esaú.
En el contexto de Salmo 127, el Rey, que cuidaba su dinastía, a su pueblo y a su reino, las guerras en el antiguo oriente se daban en el lugar más vulnerable que era la puerta de la ciudad, pero los hijos eran como flechas en manos de un guerrero, que podían guardar este acceso para no ser atacados, cuidando y preservando su dinastía, su pueblo, sus familias y su reino.
Esaú, ha hecho las cosas mal, Jehová no ha edificado la casa, no guarda la ciudad, sus hijos no son flechas en manos del guerrero, y entonces, van a ser destruidos, pero antes que la fuerza externa, será la interna.
Tienes que tomar una decisión con la herencia que te ha dado Jehová. Todos estamos de cierta manera en la posición de Esaú, también somos responsables de generaciones que vendrán de nosotros.
¡Qué precioso sería estar en la lista del maravilloso libro de la vida del Señor! Pero Génesis 36 nos está recordando que hay otra lista. Puedes estar en la lista hermosa del libro de la vida o estar en una lista similar como la de Esaú.
Pero hay algo de común en ambas listas. Ambas tuvieron oportunidades. Esaú la tuvo, menospreció la primogenitura, menospreció la promesa que llevaba a Cristo.
Pero si quieres estar en la preciosa lista entonces, solo ven a Jesucristo.
Apocalipsis 22:17 RVR60
17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Jesucristo ha dado su vida en la cruz para que nosotros estemos por la fe y el arrepentimiento en la lista preciosa del libro de la vida. Y si no estás en esa lista, pon tu fe en Cristo.
Vamos a orar.
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